¿QUIÉN MATÓ A LA GALLINA DE LOS HUEVOS DE ORO EN MÉRIDA?
La competencia voraz y especulación en la oferta ahorcan lentamente al mercado inmobiliario
Cuando una ciudad se expande y desarrolla alcanza dos comportamientos desde la óptica inmobiliaria; algunas crecen atendiendo las necesidades del consumidor local, como pueden ser Guadalajara y Monterrey, y otras generan un atractivo para el comprador externo, y este es el caso de estudio; Mérida.
Muchos han sido quienes, atraídos por los cantos de sirena esperan un alto retorno económico por cada peso invertido en propiedades y tierras en esta ciudad que goza, de entre otras cosas, una privilegiada calidad de vida.
Sin embargo en los últimos 12 meses las ventas de propiedades en la ciudad han caído entre un 15 y un 20 por ciento a consecuencia de la excesiva competencia y las expectativas irreales de inversionistas, ya que sus aspiraciones llegan a grados especulativos.
De esta forma visualizamos que “equis“ predio tenía hace algunos años un valor, pero hoy cuesta el doble.
También es real que la reciente coyuntura político-electoral generó incertidumbre hacia los inversionistas, así como la fluctuación del valor del peso frente al dólar y la economía mundial, pero definitivamente estos no son factores definitorios, como sí lo son los arriba descritos.
Demasiados jugadores en la cancha
Históricamente en Mérida el rol que han jugado los inversionistas ha sido clave en el desarrollo de la ciudad, pero la “buena fama“ nacional ha puesto a más jugadores en la cancha de los que puede tolerar. Los números son fríos; varios desarrollos no superan el 30 por ciento de ocupación.
A esto sumemos que la sobreoferta de proyectos en el mercado hacen que el bajo margen de ventas se dispute entre más participantes, que, confiaron en la posibilidad de rentar o revender sus propiedades con facilidad, pero que el duro golpe de realidad les muestra ahora lo complicado que es obtener ganancias.
Oferta que no responde a la demanda
Otro factor importante es el migracional; mientras se piensa en oferta dirigida a cierto estrato elevado de poder adquisitivo, no se satisface el grueso poblacional de alcance económico medio y bajo, que es mayoría.
Según censos y estimaciones poblacionales:
En 2020 llegaron entre 15,000 y 20,000 nuevos residentes
En 2021 entre 18,000 y 22,000
En 2022 entre 20,000 y 25,000
En 2023 la cifra creció a entre 22,000 y 28,000 nuevos habitantes
Esta contradicción entre la oferta y la demanda, impide que los inversionistas logren rentabilizar sus unidades, ya que la capacidad económica de los nuevos residentes no les permite adquirir las propiedades disponibles.
El desajuste entre la oferta inmobiliaria contra la demanda real en Mérida afecta el sano crecimiento inmobiliario de varias maneras, lo que repercute tanto en la inversión como en el desarrollo sostenible del mercado. En la siguiente entrega explicamos algunos de los principales efectos.